Puede ser por muchas cosas: por falta de tiempo, por falta de ganas, por falta de conocimiento… Sea por el motivo que sea la realidad es que muchísima gente come fuera de casa. Aunque, no hay que negar que cocinar es un placer y que el sabor de la comida casera no tiene nada que ver con otro tipo de sabores y comidas más rápidas.

La comodidad de poder pedir comida con un solo clic con todas las aplicaciones de comida que existen o la comodidad de comer algo rápido en cualquier sitio tiene un precio. Existe un estudio que demuestra que la comida casera es mejor para la salud y no existe otra opción que se puede equiparar. La comida hecha en casa es saludable y tampoco no importa el tipo de comida que sea. Es decir, sea más sana o sea menos sana, la realidad es que serán alimentos mucho más nutritivos, tendrán menos sal y menos azúcar y eso hará que aunque no sea una comida muy sana, sea más saludable que la que puedas comer en un restaurante.

Existe un estudio de diferentes autores que afirman que una persona que ha cenado comida casera 7 días a la semana consumen menos calorías, menos grasas y menos azucares. Concretamente: 140 calorías menos, 16 gramos de azúcar menos y 5 gramos de grasa menos que una persona que solo cena comida casera una vez a la semana. Y si además esa comida que se cena es sana, se pueden reducir 320 calorías diarias.