Si por razones laborales o de otra índole debes comer fuera de casa a diario, evita las cadenas de comida rápida y las tiendas de comida grandes. Decídete por las que producen menos cantidad, donde puedas asegurarte de qué cocinan, cómo lo hacen y quién está a cargo.
En las guarniciones siempre incluye ensaladas, prefiere platos a base de verduras, reduce el consumo de salsas y frituras. Asegúrate de no abusar de carnes rojas, incluye carnes blancas -que contienen menos grasas saturadas- (el pollo asado, por ejemplo, es una excelente forma de llevar una rica comida saludable para todos en casa) y no olvides que debes consumir pescado, por lo menos, un par de veces a la semana.
Disfrutar de la comida del local comercial de tu agrado puede ser necesario en muchos momentos de la vida familiar, laboral y social. El problema está en convertirlo en un hábito. Aunque más sencilla, la comida casera puede ser muy variada y deliciosa: te garantizará más salud y mejor calidad de vida.
0 comentarios